LA CRISIS FINANCIERA DE 2008 EN ESTADOS UNIDOS

En la entrada de hoy me voy a enfocar en la crisis económica del 2008, no es un tema de una antigüedad importante, pero tampoco está en la actualidad como tal. Por ello, me gustaría tratar sobre este tema, el cual se sitúa en una época de la historia económica en medio de todo.

Para empezar, voy a hacer alusión a la diferencia que hay entre crisis y recesión, ya que muchas personas confunden estos términos y la gravedad que tiene cada uno de ellos. 

Pues bien, la crisis en sí, es un término que se refiere a un período de inestabilidad que crea consecuencias a largo plazo, mientras que una recesión es la variación negativa del Producto Interior Bruto (PIB) en el período de dos trimestres consecutivos. 

Ahora que podemos ver la diferencia, esta gran crisis del 2008 fue tan importante por las consecuencias negativas que trajo.

Adjunto archivo del tipo de interés en Estados Unidos;

Esta crisis estalló a finales del 2007 en Estados Unidos, pero se empezó a notar a principios del 2008. Éste país puso bajo presión a muchos países y a muchos negocios, además fue descendiente de la crisis de la deuda pública anterior que hubo.

La causa de ésta crisis fueron las entidades financieras, las cuales prestaron dinero en muchas situaciones ( como negocios, familias enteras,etc...) sin tener la capacidad de devolverlo. Esto se le suele llamar las hipotecas sub-prime.

Generalmente a los inversores no le gustan los productos financieros de baja rentabilidad, es decir, los bonos del Estado o depósitos. Así que una solución de los inversores para ganar productos de mayor rentabilidad fue la invención de ofrecer productos financiero con mejor interés, lo que traía de por sí un riesgo por muy mínimo que fuese. A continuación, se fijaron estas ofertas en el mercado inmobiliario creyendo que el precio de la vivienda nunca bajaría, cuando el choque de realidad es que sí.

Y ahí vino el problema, las familias no pudieron pagar la cuota de la hipoteca y los bancos como respuesta a esto se quedarían con las viviendas y las venderían por más dinero del valor que tenía la hipoteca. Pero como bien he dicho antes, los inversores tenían todavía la falsa suposición de que los precios de la vivienda nunca bajarían, por lo que ellos continuaban realizando cosas como conceder hipotecas a clientes que no podrían devolverlas e incluso se endeudaron ellos mismos para poder conceder más hipotecas y vender aún más viviendas.

Como respuesta a esto, la gente empezó a comprar viviendas como inversión y le concedían hipotecas a cualquiera, algo parecido también pasó en España.

Todo esto provocó que el precio de la vivienda en Estados Unidos subiera como nunca. Y con ello, los primeros impagos empezaron a llegar, seguido de más impagos. 

Los bancos de inversión empezaron a quedarse con las viviendas de los que no podían pagar la hipoteca, pero no había nadie a quien venderlas en este caso, por lo que el problema empezó a agravarse más de lo normal. 

Esto provocó que las familias tuvieran hipotecas por mucha más cantidad del precio de mercado, así que muchos dejaron de pagar su hipoteca y abandonaron las viviendas.

Esto empezó a ser un círculo muy vicioso que entraba en bucle, algunas entidades como Lehman Brothers quebraron y otras tuvieron que ser hasta rescatadas por el gobierno. 

En Octubre del 2008 se aprobó un rescate del sistema bancario por un valor de 700 mil millones de dólares.

Las consecuencias se empezaron a notar, el mercado se congelo y los inversores y los bancos no querían prestar dinero a nadie por miedo a que les pasase lo mismo, y como sabemos, la economía sin crédito no funciona.

El contagio de la crisis a la economía americana se inició con la caída de Dow Jones en más de 700 puntos. Los mercados entraron en pánico después de ver cómo el primer intento de rescate fue rechazado. Esto supuso la pérdida de 2,6 millones de puestos de empleo y muchas empresas tuvieron que cerrar.

Pero una solución muy notable que hubo en Estados Unidos y que podemos comparar con la crisis de España, es que en Estados Unidos el gobierno recuperó gran parte del dinero de los diferentes rescates, algo que en España no pasó.